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Todas las profesiones tienen su día, y la traducción no puede ser menos, aunque apenas el año pasado la ONU reconoció oficialmente nuestro día. Espero que mis colegas pasen un lindo día y que estén muy solicitados con trabajos interesantes y bien pagos.

Nuestro día se celebra el 30 de septiembre porque fue cuando falleció san Jerónimo, el patrono de los traductores a quien le rezamos antes de los exámenes.

Pintura al óleo de san Jerónimo con un cliente que quiere la traducción para ayer, por Simon Vouet. Fuente.

Resulta que Jerónimo de Estridón fue el encargado de traducir la Biblia al latín, conocida como la Vulgata, y fue uno de los primeros en reflexionar sobre la traducción. Distinguió dos maneras de traducir: una de «sentido a sentido», y otra más literal, para la traducción de los textos sagrados. Es decir, san Jerónimo escogía el método que le parecía más apropiado según el texto que estuviera traduciendo.

Si quieren saber más sobre la vida y obra de nuestro patrono, les recomiendo el ensayo de Pilar Alba Martino que encontrarán más abajo, y los dejo con unas palabras de san Jerónimo, que aún son muy relevantes en nuestra profesión: «Desde luego, es difícil para quien recorre las líneas de un escrito ajeno no se extravíe en algún lugar, ya que es cosa dificultosa que lo que en otra lengua está bien dicho, conserve el mismo decoro en la traducción […] Si traduzco palabra por palabra, suena absurdamente; si, por necesidad, algo que está en un orden, lo cambio en la frase, parecerá que me he apartado del deber del traductor.»

 

Referencias bibliográficas

MARTINO ALBA, Pilar. San Jerónimo: traductor y traductólogo [en línea]. Alicante: Grupo de investigación HISTRAD. Universidad de Alicante. Disponible en: http://web.ua.es/es/histrad/documentos/produccion-investigadora-del-grupo/san-jeronimo-traductor-y-traductologo-pilar-martino-alba.pdf

PEÑA, S. y HERNÁNDEZ GUERRERO M. J. (1994) Traductología, Málaga, Universidad de Málaga.